viernes, 24 de julio de 2009

Rusia presenta una nueva "moneda mundial" simbólica ante el G8

La reforma del sistema monetario ha estado presente en la cumbre del G8. China, Rusia, Brasil e India abogan por una moneda supranacional de reserva en sustitución del dólar. De hecho el presidente ruso, Dmitry Medvedev, ha mostrado la "nueva moneda mundial" en su solapa.

Desde hace meses se viene conformando un intenso debate internacional acerca de la conveniencia o no de reformar el actual sistema monetario internacional, cuya hegemonía ostenta el dólar desde hace décadas.

La reforma del sistema monetario ha estado presente en la cumbre del G8. Y de una forma mucho más explícita que en las anteriores reuniones internacionales de grandes potencias, como la pasada cumbre del G20 celebrada en Londres. De hecho, las declaraciones favorables a crear una nueva divisa de reserva internacional en sustitución del dólar son cada vez más claras y firmes.

En la clausura de la cumbre, celebrada este viernes, el presidente ruso, Dmitry Medvedev, ha ido incluso más allá. Medvedev ha mostrado en su solapa la nueva "moneda mundial", en una claro llamamiento a crear una divisa supranacional de referencia internacional. “Aquí está. La pueden ver y tocar”, indicó el líder ruso a un grupo de periodistas al término de la cumbre del G8, que se celebró en la localidad italiana de L'Aquila.

La moneda, a modo de pin, reza el siguiente eslogan: "unidad en la diversidad". Fue acuñada en Bélgica y presentada a los jefes de Gobierno del G8, según Medvedev, informa Bloomberg.

La cuestión de una moneda supranacional "concierne a todo el mundo ahora, incluso a las casas de la moneda", señaló Medvedev. Esto significa que "estamos preparados", en referencia a la citada reforma monetaria. Además, el lema de la moneda "creo que es un buen símbolo, ya que da a entender cómo somos de interdependientes".

El líder ruso ha insistido durante la cumbre sobre la necesidad de crear una cesta de monedas de reserva internacionales para hacer frente a la crisis financiera mundial, cuestionando así la hegemonía monetaria que ostenta el dólar en la actualidad.

El llamamiento ruso se suma a la advertencia lanzada por China, y otras potencias emergentes presentes en la cumbre, tales como India o Brasil. China no dudó el jueves en la reunión entre el G8 y el G5 en reclamar una reforma del sistema monetario internacional para una "mayor diversificación de la moneda de referencia", el dólar estadounidense. El gigante asiático nunca había sido tan explícito.

China tiene depositada gran parte de sus reservas extranjeras en deuda pública estadounidense, en dólares, y está preocupada por la devaluación de esta divisa desde que estalló la crisis económica y financiera global. De hecho, el debate sobre la necesidad de crear una nueva moneda está muy presente en la cúpula comunista del régimen de Pekín, tal y como avanzó Libertad Digital.

Desde hace meses, algunas potencias internacionales reclaman la reforma del sistema monetario. El pasado abril, durante la reunión del G20 en Londres, Rusia y China plantearon este tema, aunque no se alcanzó ningún acuerdo o compromiso al respecto.

El pasado marzo, el gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, propuso crear una divisa de reserva multinacional como parte de la reforma en el sistema monetario, sumándose así a la petición de Rusia. En este sentido, señaló que los Derechos Especiales de Giro (SDR, sus siglas en inglés) del Fondo Monetario Internacional (FMI) tienen el potencial para actuar como una divisa de reserva supranacional. Es decir, el objetivo sería crear una nueva súper divisa.

Dicha propuesta fue apoyada poco después por los países emergentes, con Brasil a la cabeza. Fue precisamente en marzo cuando el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, provocó un shock en el mercado monetario con unas declaraciones inéditas, que a las pocas horas se vio obligado a corregir: afirmó que Washington estaba muy abierto" a la propuesta de China y Rusia de crear una nueva super divisa de reserva internacional en sustitución del dólar.

En la cumbre del G8 se ha dado un paso más allá. De las declaraciones a una moneda simbólica. Y es que, en este caso, al igual que en muchos otros, una imagen vale más que mil palabras.

Obama pide no relajar los estímulos

Por su parte, el presidente de EEUU, Barack Obama, advirtió este viernes contra la posible relajación en la aplicación de medidas de estímulo económico, al asegurar que la recuperación aún está lejos.

En una rueda de prensa en L'Aquila, tras la clausura de la cumbre del Grupo de los Ocho (G8) países más desarrollados de tres días en esta ciudad italiana, el presidente estadounidense indicó: "Hemos estado de acuerdo en decir que la recuperación está aún lejana".

"Sería prematuro comenzar a rebajar nuestros planes de estímulo y debemos mantener nuestros esfuerzos con respecto a estos planes para garantizar las bases de una recuperación firme y estable", sostuvo el presidente estadounidense, quien tras la rueda de prensa acudía al Vaticano para una audiencia con el Papa Benedicto XVI.

En un comunicado del miércoles, tras la primera sesión de la cumbre, los Ocho indicaron que la "incertidumbre" continuaba en torno a la situación económica y "sigue habiendo riesgos importantes que pesan sobre la estabilidad económica y financiera", informa Efe.

Fuente: LibertadDigital.com
Autor: Manuel Llamas

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viernes, 10 de julio de 2009

Cumbre G-8 ¿Ha ayudado a los pobres?

Líderes mundiales prometieron US$20.000 millones adicionales para ayudar a incentivar la agricultura en los países pobres al final de la cumbre del G-8 en la ciudad italiana de L’Aquila, unos US$5.000 más de lo que se esperaba.

Es parte de un paquete diseñado para demostrar que los países ricos están trabajando en conjunto para asegurarse de que la gente pobre no sufra en la recesión global.

“Las naciones más ricas tienen una obligación moral de ayudar”, dijo el presidente Barack Obama. “No hay razón para que África no sea autosuficiente en alimentos”.

Las agencias de ayuda indicaron que los pobres han sufrido enormemente por el aumento de los precios de los alimentos y los combustibles y por la recesión económica.

Y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, señala que se espera que el Producto Interno Bruto de los países en desarrollo, excluyendo a India y China, caiga en 1,6% este año, y que “la mayoría de las naciones en desarrollo no están en la posición de tomar prestado y gastar para revertir la declinante espiral”

Hambre que aumenta

Naciones Unidas calcula que el número de personas desnutridas ha aumentado en los últimos dos años y podría llegar a 1.000 millones este año.

Pero el director de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, declaró que la ayuda se queda corta ante las existentes necesidades.

“Ciertamente que no es suficiente”, dijo a la agencia de noticias Reuters. “Pero comparado con dónde estábamos, es un cuantioso salto”.

La FAO señala que el porcentaje de ayuda extranjera dedicada a fomentar la agricultura ha caído de 17% a 5% desde 1980.

“Uno no desarrolla un sector recortando sus recursos”, agregó Diouf.

Detalles del acuerdo, y el calendario para la entrega de los fondos, aún están en sus fases preliminares.

Las agencias de ayuda han mostrado su escepticismo sobre la forma en que podría ser entregada la ayuda. Estas organizaciones temen que el acuerdo permita que se incluya la ayuda privada caritativa como parte del toral.

“Dado el estilo de cortina de humo con que el G-8 trata sus compromisos de ayuda, el anuncio necesita pasar varias pruebas”, declaró Tennille Bergin de la organización World Vision.

“¿Es dinero nuevo? ¿Cuánto será en préstamos a través de instituciones como el Banco Mundial? ¿Y va a ser para los países más pobres y más afectados?" Se preguntó.

Sus preocupaciones han sido incendiadas por el hecho de que los líderes del G-8 no han cumplido con sus promesas, hechas durante la cumbre de Gleneagles en Escocia en 2005, de duplicar la ayuda a África.

Promesas rotas

El grupo sin fines de lucro One, constituido por Bob Geldorf y Bono tras la cumbre, dijo que el G-8 sólo ha entregado una tercera parte de la ayuda prometida y que Italia es la que está particularmente más atrasada.

Geldorf emplazó públicamente al primer ministro italiano Silvio Berlusconi por los recortes en la ayuda italiana al preguntar, “¿dónde está su credibilidad?”

La organización afirma que el África subsahariana necesita al menos US$25.000 millones.

Sin embargo, el énfasis en distribuir la ayuda para ayudar a que los pequeños agricultores aumente su productividad significaría un cambio importante, especialmente para Estados Unidos, que aporta 25 veces más ayuda en alimentos (granos de agricultores estadounidenses) que lo que entrega en efectivo para asistir a los agricultores a cultivar más alimentos.

Muchos expertos en desarrollo creen que la ayuda en alimentos perjudica la producción local y hace más dependientes de la ayuda externa a los países pobres.

El plan es importante para el presidente Obama, quien visita a Ghana en su primer viaje a un país africano desde que asumió la presidente de EE.UU.

¿G-8 o G-20?

La cumbre del G-8 se enfocó fuertemente en África este año, y líderes africanos de Nigeria, Angola, Argelia, Senegal, Etiopía y Libia participaron en el tercer día del evento.

Y aumenta la forma en que el G-8 ve su rol como el de un promotor del diálogo con otros países de mercados emergentes, al invitar automáticamente cada año al G-5 (Brasil, India, China, México y Sudáfrica) quien ahora también participa en una serie de reuniones regulares durante el año (conocidas como el Proceso de Diálogo de Heiligendamm, por la sede de la cumbre del año pasado del G8).

Es más, líderes de los 39 países participaron en la cumbre del G-8 este año, más de los que asistieron a la del G-20 celebrada en Londres en abril.

Esa reunión fue vista como un símbolo de un giro en economía mundial apartado de los países ricos y el nuevo énfasis en cooperación es talvez el intento del G8 de mantener su relevancia.

El profesor John Kirton de la Universidad de Toronto, dijo que los dos cuerpos ahora tienen que “definir cuál será la relación entre estos dos clubes centrales de gobernación”.

Pero Kirton advierte que el fracaso de organizaciones multilaterales de la ONU como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en jugar un rol principal en la crisis económica mundial, y la ausencia de un cuerpo formal que enfrente el cambio climático, le da más importancia al G-8 y al G-20.

De hecho, el G-8 se ha mantenido fiel a su agenda separada, que es mucho más amplia que la del G-20 que se concentra en la crisis financiera y en sus resoluciones. Su principal enfoque es en cambio climático, desarrollo y seguridad, con la postergación de cualquier actualización sobre medidas contra la crisis financiera hasta el próximo encuentro del G-20 en Pittsburg en septiembre próximo.

Sin embargo, algunos analistas indican que mientras más países se involucran en el proceso de toma de decisiones, más difícil se hace llegar a acuerdos significativos.

Robert Fauver, quien fue un funcionario clave en la preparación de los temas de trabajo de las cumbres del G-8 durante la presidencia de Bill Clinton, declaró que mientras más gente hay en el salón, más complicada es la reunión. “Si son más de 10, es difícil lograr que se hagan las cosas”, expresó.

De todas maneras, el presidente francés Nicolás Sarcozy sugirió que en el futuro el G-8 podría ser transformado en un G-15 (incluyendo a los cinco grandes mercados emergentes y a Egipto).

Si esto es aceptado por Canadá, a quien le toca organizar la próxima cumbre del G-8, podría constituirse en otra señal de la transferencia del poder económico en el mundo.

Los países que integran el G-8 son Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Japón, Italia, Francia, Canadá y Rusia.

- Conclusiones de esta cumbre según El Finaciero.com y AFP.com


Fuente: BBC mundo / ¿Ha ayudado a los pobres el G-8?
Autor: Steve Schifferes

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