viernes, 20 de noviembre de 2009

El Estado Mundial de la Infancia 2009 / Unicef



El Estado Mundial de la Infancia 2009 examina cuestiones fundamentales relacionadas con la salud materna y neonatal, y hace hincapié en la necesidad de establecer una atención continua de las madres, de los recién nacidos, y de los niños. El informe describe los últimos paradigmas en las políticas y programas sanitarios para las madres y los recién nacidos y explora políticas, programas y alianzas destinadas a mejorar la salud materna y neonatal. Este informe se centra sobre todo en África y Asia, y complementa el ejemplar del año pasado sobre supervivencia infantil.

Estado Mundial de la Infancia 2009: Reducir la brecha en la salud materna y neonatal

Tener un hijo sigue siendo uno de los mayores riesgos de salud para las mujeres en todo el mundo. Todos los días, 1.500 mujeres mueren mientras dan a luz. Esto es medio millón de madres todos los años.

La principal publicación de UNICEF, El Estado Mundial de la Infancia 2009, aborda la mortalidad materna, uno de los problemas más difíciles de resolver en el mundo en desarrollo.

La diferencia entre los riesgos que corren las mujeres de los países en desarrollo cuando están embarazadas y los que corren las mujeres del mundo industrializado se califica a menudo como 'la mayor división en materia de salud del mundo'.

Una mujer en el Níger tiene una de siete posibilidades de morir a lo largo de su vida a causa de complicaciones derivadas del embarazo o del parto. Se trata de un marcado contraste con respecto a las madres de los Estados Unidos, una de cada 4.800, o de Irlanda, solamente una de cada 42.000.

Abordar esta división es un desafío multidisciplinario, que exige ocuparse de la educación, de los recursos humanos, de la participación de la comunidad y de la igualdad social.

Como mínimo, es preciso garantizar a las mujeres atención prenatal, la presencia de parteras capacitadas en el parto y asistencia obstétrica de emergencia, y atención postnatal.

Sólo será posible garantizar estas intervenciones esenciales en el contexto de una mejora en la educación y la eliminación de la discriminación.

La Director Ejecutiva de UNICEF, Ann M. Veneman, pide en el prólogo del informe, que se renueven las actividades para evitar esta "tragedia humana innecesaria".

"A medida que se acerca el plazo de 2015 para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el reto de mejorar la salud materna y neonatal trasciende el cumplimiento de los objetivos", escribe. "El éxito se medirá en relación con las vidas que se salven y las vidas que se mejoren".


* Estado Mundial de la Infancia 2009 / Resumen Ejecutivo (pdf)
* Estado Mundial de la Infancia 2009 / Informe Completo (pdf)


Fuente: Unicef

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martes, 17 de noviembre de 2009

El hambre matará hoy a 17 mil niños

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que al año son seis millones de niños los que fallecen por esta causa; el jerarca agregó que la tragedia no sucede porque no exista suficiente comida en el planeta

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, lamentó este lunes que el "ayuno" sea una realidad cotidiana para muchas personas en el planeta, durante su discurso de apertura de la Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria que se celebra en Roma.

En la primera jornada de la cumbre, que se celebra hasta el miércoles en la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Ban explicó que él mismo se sumó a la propuesta del director general de la FAO, Jacques Diouf, de hacer un ayuno solidario en señal de protesta contra el hambre.

"Yo ayuné ayer y no ha sido fácil, pero para muchas personas ayunar es una realidad cotidiana", comentó el secretario general de la ONU, quien basó su discurso de apertura en la relación entre el cambio climático y el hambre en el mundo.

"La crisis alimentaria actual es una campana de alarma para el futuro porque antes de 2050 nuestro planeta puede ser la casa de 9.100 millones de personas", dijo Ban. "También el clima está cambiando y para 2050 tendremos que producir un 70 por ciento más de comida, teniendo en cuenta que las circunstancias climáticas cambian", añadió.

En este sentido, de la Cumbre sobre Seguridad Alimentaria, en la que hoy intervendrá también el papa Benedicto XVI, saldrá el compromiso de los países participantes de reducir a la mitad la proporción y el número de personas afectadas por el hambre y la malnutrición para 2015, que en la actualidad son más de 1.000 millones.

Sólo hoy, según el secretario general de Naciones Unidas, 17.000 niños morirán de hambre, lo que supone seis millones de niños al año, un problema que no llega -dijo- porque no exista suficiente comida en el planeta. "La comida es un derecho fundamental. La comida y su seguridad son fundamentos en una vida sana. En este sentido, los últimos años hemos vivido una reacción en cadena que ha amenazado la vida de muchas personas", comentó el responsable de la ONU.

Ban, quien cree que aunque se hayan hecho progresos el problema del hambre sigue existiendo, definió como "enorme" el coste humano de una actual crisis alimentaria que, recordó, ha provocado "conflictos en unos treinta países". El secretario general de Naciones Unidas apostó por un cambio en la agricultura para conseguir ulteriores mejoras en la situación del hambre en el mundo, cuyo estado será abordado por la Asamblea General de la ONU el próximo año.

Más financiación de ayuda al desarrollo (que la FAO cifra en unos 44.000 millones de dólares) y dar la posibilidad a los hambrientos de conseguir la alimentación por ellos mismos son algunas de las propuestas que el responsable de la ONU lanzó durante su discurso de apertura.


Fuente: Observa.com.uy
Fotografia: detalle de original / AFP

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domingo, 8 de noviembre de 2009

¿Somos demasiados?

Sumaremos 7.000 millones de habitantes en 2012 y 9.000 en 2050 - El problema no es la fecundidad, que ya se está frenando, sino la fatal distribución de recursos

La gravedad de la crisis alimentaria, el aumento inusitado en la población de los países menos desarrollados y los efectos del cambio climático son algunas razones para repetir la misma frase: "Somos demasiados". Y seremos más. En 2012, la población mundial alcanzará los 7.000 millones de personas. En 2050, la Tierra albergará a 9.100 millones. La gran mayoría de los nuevos habitantes vivirán en países pobres. Según cálculos de la ONU, en 2050 la población española será prácticamente igual que en 2009. Unos 42,8 millones de habitantes. Muy lejos del crecimiento previsto para países como Níger, Somalia y Uganda, cuyas poblaciones crecerán hasta en un 150% en los próximos 40 años. La población en los países desarrollados se mantendrá prácticamente igual y en algunos incluso disminuirá. En cambio, las naciones más pobres del mundo tendrán un acelerado crecimiento. De los 2.400 millones de personas más que habrá en el mundo en 2050, el 98% vivirá en países pobres. ¿Hay suficiente espacio y recursos para todos?

Las tasas de natalidad han disminuido en un 50% en los últimos 30 años, y se espera que se reduzcan aún más. Incluso en los países más pobres del mundo, la natalidad se reducirá a la mitad. Las previsiones de la ONU coinciden en que la tendencia se mantendrá. En 2050 se prevé que la fertilidad mundial sea de tan sólo 1,85 niños por mujer. Sin los métodos anticonceptivos, la población mundial crecería hasta los 11.000 millones de personas en 2050. Los controles de natalidad han sido fundamentales. Pero no son, ni de lejos, la única solución.

Desde hace más de 200 años, la advertencia ya era explícita: el inglés Thomas Malthus advertía en su célebre Ensayo sobre el principio de la población que los recursos naturales serían insuficientes para abastecer a la población mundial. La investigadora Rosamund McDougall, directora adjunta de la ONG Fondo para una Población Óptima (OPT, en inglés) advierte que "una población de más de 9.000 millones de personas tendría un impacto terrible sobre la Tierra, no sólo en la calidad de vida. La cantidad de emisión de gases de efecto invernadero haría imposible vivir en el planeta en 2050".

¿Quiénes ocuparán la Tierra entonces? La población en los 49 países más pobres del mundo se duplicará, de 840 millones hasta los 1.700 millones de personas, según apunta el informe Perspectivas sobre la población mundial, difundido en 2008 y elaborado por la División de Investigación Demográfica y Población Mundial de la ONU.

Los países desarrollados, en contraste, no sufrirán un cambio significativo en su población: de 1.230 millones de habitantes en 2009 a 1.280 millones en 2050. Incluso, Japón, Georgia, Rusia y Alemania perderán un 10% de población. El científico y escritor británico Fred Pearce opina que el problema no está en cuántos somos, sino en la manera en que repartimos los recursos. "Es evidente que el problema es el consumo excesivo de los países desarrollados y no la sobrepoblación de los más pobres", afirma.

El consumo de una persona en EE UU emite 20 toneladas de dióxido de carbono cada año; el equivalente de dos europeos, cuatro chinos, diez hindúes o 20 africanos. El 80% de la población pagaría las consecuencias económicas y ambientales del consumo de un 20%. Stephen Pacala, director del Instituto Ambiental de la Universidad de Princeton (EE UU), calcula que los 500.000 habitantes más ricos del mundo -cerca de un 0,7% de la población actual- son responsables del 50% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo.

Y la situación no hará sino agravarse en los próximos años. "El reto es, en realidad, que los recursos se repartan de una manera más equitativa. Los efectos sobre el medio ambiente son extremadamente difíciles de revertir a través de las tasas de natalidad", advierte Pearce. "Aun si redujéramos a cero la fertilidad en el mundo, las emisiones de gases con efecto invernadero deberían rebajarse, por lo menos, un 50% para mediados de siglo", explica.

Además de los efectos del cambio climático, los países menos desarrollados se enfrentan al hambre, la causa directa o indirecta de un 58% del total de muertes del mundo según un estudio de la ONU difundido en 2004. El Instituto de Recursos Mundiales (WRI, en inglés) advirtió la semana pasada de que en 2050 habrá otros 25 millones de niños desnutridos en el mundo, que se añadirán a los 150 millones que sufren hambre en la actualidad. Los niveles de pobreza continuarán aumentando: entre 1981 y 2001, el número de personas que vivían con menos de un dólar al día en África Subsahariana se duplicó. De 164 millones hasta 316 millones; y en los próximos 40 años, dos tercios de la población mundial vivirá en países en vías de desarrollo.

El hecho es que hoy en día, mil millones de personas (un sexto de la población mundial) sufren hambre. En 2050, serán 1.700 millones, un 18% de la población prevista para entonces. Además del deterioro ambiental, los conflictos y el bajo desarrollo causan la escasez de alimentos. Los agricultores africanos emplean el equivalente a 1% del fertilizante que utiliza un agricultor en un país rico. Y mientras en los países pobres consumen una dieta basada en vegetales, los ricos consumen comida que come vegetales. Para producir un kilo de carne son necesarios, por lo menos, 10 kilos de pasto. Un estadounidense promedio consume 120 kilos de carne al año; mientras que en los países en vías de desarrollo, el promedio es de 28 kilos.

"La cooperación marcaría una diferencia significativa", según afirma Stephen Pacala. "Las hambrunas se deben, en la mayoría de las ocasiones, al pobre desarrollo de los países y a que la producción ha sido insuficiente", comenta. La falta de tecnologías que desarrollen la agricultura en los países menos desarrollados y los efectos de la crisis económica global empeora las circunstancias.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO, en inglés) advirtió en 2008 que el gasto anual en alimentos importados en los países más pobres podría suponer cuatro veces más que en 2000. "Para los consumidores más pobres, que gastan un 60% de su gasto habitual en comida, el aumento significa un golpe brutal para sus finanzas", observa el informe. La FAO también señala que para combatir el hambre, el mundo debe producir en 2050 un 70% más de alimentos que en la actualidad.

El reto no es nuevo. La llamada revolución verde consiguió duplicar la producción de alimentos entre 1960 y 1990. Y, en la actualidad, aún existe un 60% de tierra fértil en el mundo. ¿Pero qué garantiza a los países pobres un desarrollo sostenible en los próximos años? Pearce y Pacala coinciden que un buen inicio es la inversión. Un informe del Ministerio de Desarrollo Británico calculó en 2008 que para reducir el hambre en el mundo serían necesarios, por lo menos, unos 900 millones de libras (unos 987 millones de euros) para garantizar el desarrollo y las tecnologías necesarias para favorecer la agricultura en los países más pobres.

El presupuesto de la FAO sumó en 2008 unos 870 millones de dólares (unos 580 millones de euros). En 2009 ascendió ligeramente, hasta 930 millones de dólares (unos 626 millones de euros). Al comparar la cifra con los 700.000 millones de dólares (471.000 millones de euros al tipo de cambio actual) que el Gobierno de EE UU destinó para evitar la quiebra del banco de inversión Bear Stearns, las hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae y la aseguradora AIG en septiembre del año pasado. El presupuesto mundial dedicado a combatir el hambre apenas representa un 2% de esa cifra.

Los líderes reunidos en la reciente cumbre del G-20 celebrada en Pittsburgh en septiembre pasado acordaron destinar unos 2.000 millones de dólares (1.370 millones de euros) a ayudas para combatir el hambre del mundo, pero un estudio publicado por el Instituto Internacional para la Investigación de Políticas Agrarias difundido en octubre señala que es insuficiente. "Son necesarios al menos unos 7.000 millones de dólares [unos 4.710 millones de euros] al año para la investigación agropecuaria y la mejora de la infraestructura rural en los países. De continuar con una política que privilegie las ganancias, las consecuencias serán desastrosas", advierte Gerard Nelson, uno de los autores del informe.

La prioridad para resolver el hambre, un grave efecto de la mala repartición de recursos en el mundo tampoco es nueva. Preguntado en 1972 en una entrevista con Dick Cavett sobre los efectos de la sobrepoblación, John Lennon fue claro en definir el primer paso: "Tenemos suficiente comida y dinero para alimentar a todos. Hay suficiente espacio, y algunos hasta van a la Luna".


Fuente: ElPais.com
Autor: Verónica Calderón

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