miércoles, 25 de marzo de 2009

Crisis mundial: temen por 90 millones de muertes y oleada de disturbios sociales

Ocurriría en los países pobres. Son estadísticas que tomó la directora del Banco Mundial para instar a los líderes del G20 a contribuir a la protección del mundo en desarrollo. Pronosticó que, si no acuden en su ayuda, podría desatarse una oleada de disturbios sociales.

Una oleada de disturbios sociales y crisis políticas podría desencadenarse en los países más pobres del mundo si los líderes del G20 no acuden en su ayuda, según la directora gerente del Banco Mundial, Ngozi Okonjo-Iweala (foto).

En declaraciones a el dominical The Observer, la ex ministra nigeriana instó a los representantes de países que se reunirá en Londres el próximo 2 de abril, a contribuir a la protección del mundo en desarrollo frente a los peores efectos de la crisis financiera.

"Tenemos que analizar el impacto de todo esto en los países en desarrollo. De no ser así, sin querer parecer alarmista, la consecuencia podrían ser alborotos sociales y crisis políticas. Es en interés de todos el impedirlo", agregó.

Según Okonjo-Isweala, cientos de miles de trabajadores están perdiendo sus empleos en los países en desarrollo, donde las redes de protección social brillan por su ausencia, por lo que es preciso aportar más recursos financieros al "fondo de vulnerabilidad" del Banco Mundial para ayudar a los gobiernos a hacer pagos directos a ese capítulo social.

Su advertencia coincide con la publicación de un informe de un centro de estudios de desarrollo del Reino Unido que traza un panorama alarmista de la situación para los países pobres.

Según el Overseas Development Institute /ODI (Instituto de Desarrollo de Ultramar), el colapso de la economía global podría causar 90 millones de muertes, elevar a casi mil millones las personas que pasan hambre en el mundo y costarles 750 millones de dólares a los países en desarrollo.

"Decenas de millones de personas van a caer otra vez por debajo de la línea de la pobreza. (La crisis) tendrá efectos irreversibles en los más pobres", advierte el director de ese instituto, Simon Maxwell.

El instituto ha pedido a los países del G20 que aparten una "parte importante" del dinero en efectivo que están gastando en sus paquetes de medidas fiscales y lo dediquen en cambio a ayudar a construir la infraestructura necesaria en los países pobres y a mitigar el hambre de sus habitantes.

Según ese instituto, el G20 no debería despertar falsas expectativas sobre la posibilidad de resucitar las negociaciones multilaterales de comercio - ronda de Doha- y debería prometer en cambio firmemente que no se recurrirá en ningún caso a represalias proteccionistas.

La semana entrante, el primer ministro británico, Gordon Brown, volará a Brasil, donde intentará conseguir el apoyo de su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, para su agenda de estímulos fiscales coordinados, libre comercio y aumento de los presupuestos de ayuda al desarrollo.

El Gobierno británico quiere que se doblen los recursos del Fondo Monetario Internacional para facilitar su rescate de los países más duramente afectados por la crisis.*


El director gerente del FMI advierte de que la situación es extremadamente grave.

El director gerente del Fondo Monetario Internacional / FMI, Dominique Strauss-Kahn, ha advertido que la crisis financiera es muy grave, y ha solicitado políticas globales, urgentes y coordinadas.

Strauss-Khan participó en el Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y ante gobiernos, empleadores y empleados, destacó "la urgencia de la situación". "Necesitamos políticas correctas que permitan que el mundo vuelva a caminar, y las necesitamos ahora", ha advertido.

El director gerente ha recordado que la última previsión del FMI habla de una contracción de la economía mundial de entre el 0,5% y el 1%, lo que significa "una recesión global", y el primer retroceso en los últimos 50 años.
Economías más afectadas

Y aunque destaca que "los países ricos serán los más afectados", ha señalado la pésima situación en la que han quedado los emergentes y las naciones más pobres.

"Es una realidad que la financiación en los países pobres se irá, lo que llevará a millones a la pobreza, y eso puede conllevar que se amenacen las democracias, y degeneren en conflictos, puede incluso acabar en guerras", ha advertido, preocupado, Strauss-Khan.

El funcionario internacional recuerda que según los datos del Banco Mundial, unos 46 millones de personas pueden engrosar las filas de la pobreza.

A pesar de esta situación, Strauss-Kahn considera que la recuperación es posible en 2010, siempre y cuando se apliquen ciertos requisitos. Lo más importante, según el director gerente, es que se restaure el sector financiero.
Asimismo sugiere que se estimule la demanda, "porque las políticas monetarias han llegado a su límite" y señala que es esencial la recapitalización de los países emergentes y pobres.

Regulación

Con respecto al largo plazo, Struss-Khan ha dicho que hay que regular y supervisar al sector financiero: "ya no hay como evitar esa regulación".
En relación a la macroeconomía, el director gerente considera que los bancos centrales no podrán seguir "simplemente controlando la inflación", sino que deberán controlar realmente el mercado "y evitar la creación de burbujas".

Finalmente, Strauss-Khan abogó por un "gobierno de la economía mundial más eficaz y con más presencia de los emergentes, con más legitimidad".**


*Fuente: CriticaDigital.com
**Fuente: 20minutos.es
Fotografía: El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn (dcha), junto al director general de la OIT, Juan Somavía. (Imagen: Salvatore di Nolfi / EFE)

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viernes, 13 de marzo de 2009

Los ricos también lloran: El club de los 'milmillonarios' pierde la mitad de su fortuna por la crisis

El número de multimillonarios en el mundo (personas con más de US$1.000 millones) cayó casi una tercera parte según los datos del ranking elaborado por la revista Forbes.

Hoy "sólo" existen 793 multimillonarios (de los 1.125 que había antes de la crisis financiera global) y la inmensa mayoría de ellos, hasta el 90%, perdieron en este último año un promedio de 23% de sus activos según la publicación.

Una de las consecuencias de este "reacomodo" fue que el fundador de Microsoft, Bill Gates, recuperó el puesto como el hombre más rico del planeta (con US$40.000 millones) pese a que ahora tiene US$18.000 millones menos que a comienzos de 2008.

"El sondeo indica que los super ricos en países en desarrollo sufrieron más en la debacle financiera que sus homólogos en Occidente. La cifra de multimillonarios rusos se redujo en dos terceras partes. También cayó significativamente el número de super ricos chinos e indios", señaló el reportero de negocios de la BBC, Mark Gregory.

Warren Buffet desbancado

El inversionista estadounidense Warren Buffet fue desbancado del primero al segundo lugar al quedarse con tan sólo US$37.000 millones (el año pasado tenía US$62.000 millones).

El magnate mexicano Carlos Slim Helú a su vez pasa al tercer puesto con US$35.000 millones, substancialmente menos que los US$60.000 millones que tenía en 2008.

Las malas noticias para los super ricos, basadas en una radiografía de sus activos hasta el 13 de febrero de este año, no necesariamente deberían alegrar a quienes critican las desigualdades económicas.

"Los multimillonarios no tienen que preocuparse de donde vendrá la próxima comida, pero si su riqueza disminuye y no surgen nuevos multimillonarios, eso significa que al resto del mundo no le va nada bien", señaló a periodistas el presidente ejecutivo de la publicación, Steve Forbes.

La editora de la revista, Luisa Kroll, fue todavía más insistente en su defensa de los adinerados al señalar que "resulta difícil encontrar algo bueno en esto a no ser que sientas una alegría perversa al darte cuenta de que algunas de las personas más exitosas en el mundo no pueden encontrar una mejor salida al torbellino económico mundial que el resto de nosotros".

... y los que ya no son

También llama la atención el dato de quienes han dejado de formar parte de la lista de Forbes.

El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, y figuras del mundo financiero como el ex presidente de la aseguradora AIG Maurice Greenberg y el ex presidente de Citigroup Stanford Weill ya no gozan de esa distinción.

El financiero de Texas, Allen Stanford, no solo dejó de ser reconocido entre los ricos, sino que ahora enfrenta acusaciones de haber perpetrado un fraude de US$8.000 millones.

Sin embargo el delito no es un factor excluyente para ingresar a la lista.

Se estima que el patrimonio del narcotraficante mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán asciende a US$1.000 millones, la cifra mínima para poder ser reconocido.

"No está disponible para ser entrevistado, pero su situación financiera es bastante buena", dijo Kroll.*
El estallido de la burbuja de los multimillonarios. Así presenta este año la revista Forbes su exclusiva lista de las mayores fortunas del planeta, en la que la crisis tuvo efectos devastadores. El club de los superricos sufrió en 2008 importantes bajas. Son 793 miembros, 355 menos que en 2007. Y el dinero que amasan sus socios cayó de forma estrepitosa, de 4,4 billones de dólares (3,46 billones de euros) a 2,4 billones. La presencia española baja de 18 a 12 empresarios.

Es la mayor destrucción de riqueza en 23 ediciones, y la primera en cinco años. Bill Gates corona de nuevo el ranking, gracias a que su fortuna cayó menos que la de Warren Buffett, que baja al segundo lugar por los errores que cometió con sus inversiones. Le sigue el mexicano Carlos Slim. Los tres vieron reducir su patrimonio en 68.000 millones en un año, hasta 112.000 millones.

Los 10 primeros manejan 254.000 millones, frente a los 426.000 de 2007. Hay cuatro europeos en lo más alto: el sueco Ingvar Kamprad, los alemanes Karl y Theo Albercht y el español Amancio Ortega, en décimo lugar. El grupo lo completan Lawrence Ellison, Mukesh Ambani y Lakshmi Mittal.

Rusia es la peor parada, al perder dos tercios de sus magnates. Y Moscú, que en 2007 fue bautizada como la capital mundial de los superricos, devolvió el cetro a Nueva York, que este año cuenta con 55 magnates, seguida por Londres, con 28. Europa pasó de 298 a 196 multimillonarios, mientras que EE UU consolida su supremacía, con 359 magnates. Asia baja a 130, después de que India perdiera la mitad.

La fortaleza del dólar explica en parte que EE UU consolide su supremacía y cuente con 10 magnates entre los 20 primeros puestos. Entre ellos destaca Michael Bloomberg. El alcalde de Nueva York fue el único en ese grupo que incrementó su riqueza. Otros ganadores fueron el japonés Tadashi Yanai, el brasileño Ekie Batista y el estadounidense John Paulson, que hizo su fortuna apostando contra las hipotecas subprime.

En el caso español, la lista se redujo un tercio. Hay que avanzar seis páginas desde Amancio Ortega hasta encontrar a Rosalía de Mera, su ex mujer. Le sigue Isak Andic, Alicia Koplowitz, Manuel Jove, Florentino Pérez, Esther Koplowitz, José María Aristrain, Alberto Alcocer, Emilio Botín, Alberto Cortina y Enrique Bañuelos. La fortuna acumulada por los españoles asciende a 36.300 millones.

De la lista cayeron 355 socios, 18 de ellos por fallecimiento, caso de Rafael del Pino. Por sexos, las mujeres pasaron de 99 a 72. La edad media subió a 63,7 años, debido en gran parte a la pérdida de jóvenes emprendedores rusos y chinos. Hablando de jóvenes, el más rico es Albert von Thurn, y salen de la lista el fundador de Facebook, Mark Zuckeberg, y Hind Hariri.

El sector financiero registró el mayor número de bajas, como las de Maurice Greenberg, ex consejero delegado de la aseguradora AIG, y Sandy Weill, de Citigroup. Y también el inmobiliario, con el constructor Jorge Pérez como víctima del maremoto que azota desde hace dos años el sector de la vivienda en Florida.

Steve Forbes, fundador de la revista, reconoce que no habrá mucha gente llorando porque los ricos pierdan y admite incluso que algunos se lo merecen, pero recordó que estos empresarios también son creadores de riqueza y de empleo. Y advirtió que, a pesar de la crisis, el espíritu emprendedor sigue vivo.

Así, entre las 38 nuevas figuras, destacó a John Paul DeJoria, que está amasando su fortuna a base de champú y de tequila. Otro de los nuevos entrantes es Joaquín Guzmán Loera, el capo mexicano de la droga, conocido como El Rey de la Cocaína. Aparece en el puesto 701, con una fortuna estimada en 1.000 millones de dólares. Estados Unidos tiene puesto precio a su cabeza: cinco millones.**

*Fuente: BBCmundo.com
** Fuente: ElPaís.com.com
Fotografía: montaje Menesez Filipov

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domingo, 1 de marzo de 2009

Crisis económica: cuestión de seguridad nacional para la CIA

Para la CIA la "crisis global" es un enemigo más peligroso que el "terrorismo". Es porque la situación vuelve vulnerable a EE.UU. La comunidad de inteligencia ve en China una de las preocupaciones por sus enormes tenencias de bonos norteamericanos. También miran con gran alerta a América latina y el Este europeo.
La CIA considera que la crisis financiera internacional es actualmente la amenaza número uno a la seguridad nacional de los Estados Unidos. En un dramático informe presentado ante el Comité de Inteligencia del Senado, el Director de la Inteligencia Nacional de Barack Obama, el almirante (R) Dennis Blair dijo la semana pasada que esta nueva amenaza y sus implicancias geopolíticas son hoy mucho más graves que el terrorismo internacional.

Los miembros del Comité de Inteligencia se quedaron perplejos. Blair les explicó cómo la rápida caída de los índices de crecimiento y el aumento del desempleo en casi todas las regiones del mundo puede conducir a la inestabilidad política y a explosiones sociales debido al desempleo y la súbita pobreza, potencialmente dirigidas contra EE.UU.

Advirtió que si la crisis se prolonga habrá un aumento del nacionalismo en el mundo. Países amigos podrían convertirse en enemigos, los aliados tendrán muchas dificultades para cumplir con sus acuerdos militares y sus obligaciones humanitarias, y los problemas inmigratorios se multiplicaran.

"No hay un adversario dominante que amenace la existencia de EE.UU. con su fuerza militar", dijo Blair "Sin embargo, la crisis financiera internacional ha exacerbado lo que ya era una serie de crecientes incertidumbres políticas y económicas" que pueden perjudicar enormemente los intereses estratégicos de Washington en la escena internacional.

La preocupación está centrada sobre como reaccionaran países como China, los tigres asiáticos, Rusia o los países de Europa del Este si la crisis se prolonga. Los escenarios van desde una especie de Pearl Harbour financiero, es decir un ataque asiático contra el dólar hasta el regreso de algunos países de Europa del Este a políticas económicas más socialistas lo que conduciría a agravar las tensiones en el seno de la Unión Europea.

El caso de China es paradigmático. Ese país, el principal acreedor de Washington, cuenta con casi un billón de dólares (un millón de millones o un uno con 12 ceros) en bonos del tesoro de EE.UU. con los que puede provocar un crac en la economía norteamericana y mundial.

También hay preocupación por lo que pueda suceder en América Latina y en África, donde la baja de los precios de la commodities combinado con la fuga de capitales hacia mercados más seguros está produciendo estragos.

La CIA, como otras agencias de EE.UU., no está bien preparada para enfrentar esta amenaza. Por eso han comenzado a contratar a expertos. En una entrevista con la Radio Nacional Pública, James Rickards, un experto en crisis financieras que está asesorando a Blair, explicó que la CIA siempre siguió con atención la evolución de la macroeconomía en países como China o Rusia. "Pero esto es diferente, el problema ahora es cómo circula el dinero entre países y cómo ese movimiento puede transformarse en una especie de guerra financiera."

"Uno puede imaginar un escenario en el que China lanza un ataque financiero contra EE. UU., un especie de Pearl Harbor sobre el dólar", dijo Rickards recordando los bonos en manos chinas. Si bien es poco probable que los venda porque iría en contra de sus propios intereses al caer el valor, Beijing, según Rickards, podría adoptar una medida intermedida como cambiar deuda de EE.UU. a largo plazo por deuda a corto plazo.

La preocupación es tal que en su viaje a China esta semana, la canciller Hillary Clinton dijo que temas tan conflictivos como los derechos humanos "no pueden interferir con la crisis económica global". Las organizaciónes de DD.HH. pusieron el grito en el cielo.

En Europa del Este, el temor es que tras haberse convertido a las políticas de libertad de mercado, la crisis siembre dudas. El viernes cayó el gobierno de centro derecha de Latvia. Es el segundo país de la Unión Europea que cae debido a la crisis económica después de Islandia. La crisis también ha golpeado fuertemente a Rusia, donde el ala más dura está ganando terreno.

La semana pasada, el senador demócrata John Kerry invitó a un grupo de expertos al Comité de Relaciones Exteriores del Senado, ¿Cuál es la medida más importante que EE.UU. puede adoptar para recuperar la confianza en la escena internacional? preguntó. Los especialistas coincidieron en que es necesario:

Primero nacionalizar la banca, segundo liderar la lucha contra el proteccionismo y después insistir con que todos los países deben trabajar conjuntamente. El presidente Obama no ha hecho hasta ahora ninguna de las tres cosas.

La bola de vidrio
Por Marcelo Cantelmi
Todos los sobrevivientes corporativos del mercado norteamericano que hoy parecen saludables van a colapsar. No sólo empresas. También y especialmente los bancos. Como en una película de final anunciado, el incendio será en menos de seis meses. Y entonces Washington firmará la mayor oleada de nacionalizaciones de su historia en medio de la confusión, espanto e incluso, quién sabe, felicidad de los brokers. El pronóstico ominoso no es un delirio más de este columnista. Ni resultado del furor vengativo de una víctima de la crisis global. Lo planteó el economista Nouriel Roubini, quien devino en famoso gurú porque pronosticó, con detalles de precisión sorprendente, el actual desastre financiero. En una declaración a The Wall Street Journal, este académico de la Universidad de Nueva York, acaba de sostener que "en un semestre a partir de ahora" la insolvencia devorará a las primeras líneas financieras del país. "Muchos de los mayores bancos, casi todos ellos, quedarán descapitalizados", explicó sin inmutarse. El gobierno de Barack Obama entonces los nacionalizará en paquete. Hacerlo de a poco, remarcó con la vieja lógica de que no conviene cortar la cola al perro en rebanadas, causaría mayor daño, pánico y confusión. Viendo lo que sucede hoy en los mercados, quizá no sólo Roubini está mirando en su bola de cristal.

Fuente: Clarin.com
Autor: Ana Baron

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