miércoles, 30 de septiembre de 2009

II Cumbre América del Sur-África (ASA): histórica pero pobre en resultados

Con la firma de una declaración de 95 puntos que ratifica el compromiso de fortalecer los vínculos existentes y aumentar la cooperación entre ambas regiones se realizó en Isla Margarita (Venezuela) la II Cumbre América del Sur-África (ASA). Catorce ámbitos fueron contemplados en el documento de 30 páginas que incluyó desde la promoción de la cooperación multilateral, la paz y la lucha contra la pobreza, hasta el fomento de la democracia, la agricultura, el deporte y la protección del ambiente. "Se trató de una iniciativa loable, cuyos objetivos son a muy largo plazo", afirmó Adolfo Salgueiro, jefe de la cátedra de Derecho Internacional de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab). "Pero en lo inmediato -agrega-, no pueden esperarse realizaciones importantes, salvo retórica y buenos propósitos, que fue lo que en definitiva ocurrió".

La reunión dejó, en efecto, solo enunciados generales como el reconocimiento sobre los efectos adversos del problema de la droga, de los peligros y consecuencias negativas de la 'piratería' o la importancia del agua como elemento esencial para la vida.

Asistencia plena

Para los organizadores, la Cumbre de Margarita fue un éxito en términos de asistencia: 61 de 74 países posibles enviaron delegaciones (más del doble de los que asistieron a la I Cumbre efectuada en Abuja, Nigeria, en 2006). La delegación colombiana estuvo encabezada por la vicecanciller Clemencia Forero. El presidente Álvaro Uribe no asistió porque no estaba prevista en su agenda, según fuentes del Gobierno. Una carpa instalada para alojar al y la presencia de 20 jefes de Estado de África junto a ocho de Latinoamérica contribuyó a darle mayor relevancia al encuentro, líder libio Muamar Gaddafi, el juego de fútbol que protagonizó el mandatario boliviano Evo Morales, y el fuerte despliegue de seguridad que acompañó al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, alimentaron las notas de color de la Cumbre. Desde Cuba, el ex presidente Fidel Castro calificó de "cálida y fraternal" la reunión "donde se abordaron con gran franqueza los problemas del Tercer Mundo"; y el presidente Hugo Chávez "brilló y vibró".

Para Salgueiro, el mandatario venezolano supo sacar provecho político a un encuentro que no dejó ninguna realización concreta. Salvo por Venezuela, que firmó ocho instrumentos de cooperación energética y petrolera con Sudáfrica, Mauritania, Níger, Sierra Leona, Mali, Namibia, y la Organización Mundial para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para la producción de semillas, la integración no pasó del papel.

Controversia en la cumbre

La cumbre tampoco escapó de la controversia. La propuesta de las naciones africanas para condenar el pago por rescates a organizaciones terroristas desapareció misteriosamente de la declaración, lo que motivó un reclamo de la diplomacia argelina. Al final el apartado fue incorporado en el párrafo 26 junto a una iniciativa de Colombia para "condenar el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones". El canciller venezolano Nicolás Maduro pidió en reiteradas oportunidades a los diplomáticos que renunciaran a sus derechos de palabra para conversar en privado las divergencias. Senegal llegó, incluso, a reclamar que el texto de la Declaración no estaba en manos de todas las delegaciones. Al final, las propuestas de mayor realce quedaron circunscritas a los discursos presidenciales y fuera de la declaración final. Así ocurrió con la idea de crear un organismo alterno a la Otan, planteada por Gaddafi, la condena al golpe de Estado en Honduras formulada por el presidente de Brasil Luiz Inácio 'Lula' Da Silva, y la iniciativa de construir un sistema financiero propio para los países del sur que sugirió el ecuatoriano Rafael Correa. La presencia en Margarita de Gaddafi, quien lleva 40 años gobernando Libia, y el apoyo moral y político que expresó Chávez a favor de Mugabe (con casi 30 años en el poder), generaron críticas contra lo que se consideró como una concesión al autoritarismo.

La Cumbre dejó también al descubierto las asimetrías entre África y Latinoamérica y puso sobre la balanza la validez, a ambos lados del Atlántico, de conceptos como la democracia y los derechos humanos. Tales principios fueron suscritos por el presidente de Mauritania, Mohamed Abdelaziz, quien llegó al poder hace un año tras dar un golpe de Estado, o el mandatario de Gambia, Yahya Jammeh, que amenazó con matar los activistas de derechos humanos tres días antes del inicio de la reunión.

Pero más allá de las contradicciones en cuanto a la naturaleza de sus dirigentes y su concepto de democracia, las metas que se proponen Suramérica y África "trascienden la forma de gobierno de sus países y son legítimas", sostiene el jefe de la cátedra de Derecho Internacional de la Ucab. Ambas regiones comparten un campo común de acción en instancias como la Organización Mundial de Comercio (OMC) para promover los intereses del tercer mundo frente a los países desarrollados.

El presidente 'Lula' destacó que el intercambio comercial birregional pasó de 6 mil millones a 36 mil millones de dólares en los últimos seis años. Pero este crecimiento obedece casi exclusivamente a Brasil, el único país suramericano con vocación africana. Para Salgueiro, lo único que se puede esperar en materia de integración África-Suramérica es "definir cuáles son los campos en los que puede haber cooperación y alcanzar alguna clase de entendimiento mínimo cultural para poder avanzar"


Fuente: Cambio.com.co

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viernes, 25 de septiembre de 2009

G-20 se comprometió a evitar una nueva crisis mundial

El G20 estableció el viernes en Pittsburgh (noreste de Estados Unidos) las bases de un nuevo orden económico mundial que otorga más poder a los países emergentes, para evitar otra crisis como la que hace un año sumió en la recesión a las mayores economías del planeta.

Tras proclamarse “foro principal para la cooperación económica internacional”, un papel que hasta ahora correspondía al G8, el G20 -que reúne a Estados Unidos, Europa, Japón y a grandes emergentes como China, Brasil e India- se puso manos a la obra para tratar de arreglar los desaguisados provocados por la crisis y los malos manejos que la posibilitaron.

Los participantes en la cumbre se comprometieron en un comunicado final a “asegurar un crecimiento más equilibrado” y destacaron que “todos los miembros del G20 están de acuerdo en corregir las debilidades de sus respectivas economías”.

“Los miembros del G20 con excedentes significativos de sus cuentas externas se comprometieron a reforzar las fuentes internas del crecimiento”, indicó el documento.

La cumbre se vio precedida por discrepancias entre países exportadores, como Alemania y China, con países altamente endeudados como Estados Unidos, sobre la necesidad de proceder a un reequilibrio.

El G20 también se comprometió a incentivar normas más estrictas sobre los fondos propios de los bancos y a imponer “fuertes normas internacionales” a las primas de los banqueros.

Esas medidas apuntan a evitar la repetición de fenómenos que condujeron a la formación de burbujas financieras y precipitaron la crisis.

La cumbre decidió además transferir “al menos 5%” del poder de voto en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y 3% en el Banco Mundial para los países emergentes, a fin de que el nuevo reparto “refleje el peso económico relativo de sus miembros”.

Se trata de “una victoria extraordinaria”, se congratuló el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, para quien las conclusiones de la cumbre demuestran que “el mundo se está encaminando rápidamente hacia un nuevo orden económico mundial”.

Los dirigentes del G20 se pusieron por otra parte de acuerdo en evitar un retiro “prematuro” de los paquetes gubernamentales de reactivación económica, ante el riesgo de una recaída en la crisis.

La reactivación aún “no es sólida”, advirtió el presidente chino, Hu Jintao.

El papel de coordinador de los grandes expedientes mundiales recaía hasta ahora en el G8, formado por los siete países más industrializados (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá), junto a Rusia.

Con sus nuevas responsabilidades, el G20 celebrará en adelante dos cumbres anuales. Las de 2010 se llevarán a cabo en Canadá y Corea del Sur, y la primera de 2011 en Francia.

En cualquier caso, el G20 y el G8 tienen algo en común: las protestas callejeras que provocan y que dieron pie a enfrentamientos entre grupos de manifestantes y las fuerzas de seguridad, en los que fueron detenidas 66 personas.

El viernes, miles de personas desfilaron en seis puntos diferentes de la ciudad, con carteles que afirmaban que “El capitalismo no funciona” o que convocaban a “Salvar el clima”.

La crisis financiera que estalló hace dos años en Estados Unidos y que hace un año hundió a la economía mundial aceleró el proceso de irrupción de los países emergentes, indispensables para tratar de forma coordinada otros asuntos de dimensión planetaria, como la crisis alimentaria y el cambio climático.

Los países del G20 representan 90% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, 80% del comercio internacional (incluidos los intercambios al interior de la Unión Europea) y las dos terceras partes de la población del planeta.


Fuente: Noticias24.com / Agence France-Presse
Autor: Jorge Svartzman

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miércoles, 16 de septiembre de 2009

El hambre afectará a más de 1.000 millones de personas en 2009

Es la cifra más alta de la historia. La ONU asegura que con "menos del 1%" de las inyecciones que han hecho los gobiernos para salvar al sistema financiero se podría resolver.El hambre en el mundo vuelve a ganar la batalla. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas ha advertido de que el número de personas en el mundo que pasan hambre superará este año, por primera vez en la historia, los 1.000 millones.

La directora del PMA, Josette Sheeran, expresó los datos concretos y cifró la cantidad de hambrientos en 1.020 millones, y alertó de que el flujo de ayuda humanitaria se sitúa actualmente en "un mínimo histórico", su nivel más bajo en 20 años.

"Este año hay en el mundo más personas hambrientas que nunca", señaló Sheeran, quien hizo hincapié en que "muchas personas se despiertan y no cuentan ni con una taza de comida".

A juicio de la responsable del organismo humanitario de la ONU, esa situación constituye una "receta para el desastre" y resulta "crítica para la paz, seguridad y estabilidad en muchos lugares del mundo".

La vulnerabilidad de muchas personas, explicó Sheeran, se ha agravado por "dos tormentas que han coincidido y están golpeando": la crisis financiera internacional y el encarecimiento de los alimentos.

Los países ricos tienen la solución

Además, la directora del PMA hizo un "llamamiento urgente" al Grupo de los Ocho (G-8),- los siete países más industrializados y Rusia-, y el Grupo de los Veinte (G-20),- los países más ricos y emergentes-, para que atajen un problema que requiere algo más que "soluciones a largo plazo".

"Con la Asamblea General de Naciones Unidas y la cumbre del G-20 en Pittsburgh (Pensilvania, EEUU) en el horizonte, los líderes mundiales tienen una oportunidad ideal para poner el hambre en el mapa", remarcó el PMA en un comunicado.

Asimismo, Sheeran avisó de que el Programa Mundial de Alimentos afronta "un grave déficit presupuestario", pues este año sólo ha recibido 2.600 millones de dólares (1.779 millones de euros) de un total de 6.700 millones de dólares (4.585 millones de euros) necesarios para dar de comer a 108 millones de personas en 74 países.

Sobre el terreno, esa falta de fondos se traduce en el recorte de programas que se están desarrollando en países como Guatemala, Kenia y Bangladesh.

La directora del PMA remarcó que, con "menos del 1%" de las inyecciones económicas que han hecho los gobiernos para salvar al sistema financiero global, se podría resolver el desastre de millones de personas que son víctimas de la hambruna".

Pese a las adversidades, Josette Sheeran considera que "se puede derrotar al hambre", aunque esa victoria sólo se alcanzará "cuando el mundo se tome el hambre en serio".

Fuente: Público.es

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