La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, dio a conocer este domino los acuerdos alcanzados por los países europeos del Grupo de los 20 (G-20) y el grado de avance para la creación de una nueva arquitectura financiera internacional.
Merkel indicó, en un comunicado emitido aquí, que tiene prioridad la renovación del sistema de regulación de los mercados financieros internacionales.
Destacó que la reunión de Berlín da continuidad a los esfuerzos internacionales que pactó el G-20 el pasado 15 de noviembre en Washington, y dijo que será prioritario mantener la presión en la cumbre del 2 de abril en Londres para que las medidas acordadas se apliquen en forma consecuente.
Los ocho gobiernos reunidos acordaron este domingo comisionar al Fondo Monetario Internacional y al Fondo Financiero de Estabilidad, la aplicación de las recomendaciones para poner en marcha el plan de acción así como su vigilancia.
Merkel anotó en el documento que hubo asimismo acuerdo en que son irrenunciables la transparencia del sistema financiero así como la responsabilidad por parte de cada uno de los actores que participan en ellos.
Resaltó que todos los mercados financieros del mundo, todos los productos financieros y los actores de los mercados, independientemente del lugar de su sede, deberán someterse a la vigilancia y regulación, y que eso rige tanto para sociedades accionarias como para los fondos de inversión libre, o "hedge funds".
De esa manera se pretende evitar que esos actores asuman riesgos excesivos. Sobre las agencias de rating o de calificación de riesgo, se acordó que habrá la obligación de que se registren y de que se sometan a la vigilancia.
Los jefes de Estado y de gobierno arribaron a un consenso en el sentido de fomentar la estabilidad del sistema de los mercados financieros, entre otras cosas a través de la obligación de los bancos de aportar más capital propio en los buenos tiempos económicos.
Para ello solicitaron a instituciones financieras internacionales como el Comité de Bancos de Basilea, la Comisión Europea y el Fondo de Estabilidad Financiera que hagan propuestas.
Hubo asimismo acuerdo en proceder en forma "decidida" en contra de los oasis financieros y de las "jurisdicciones no cooperativas".
En Berlín se propuso para ello que se elabore un registro de jurisdicciones no cooperativas así como un instrumental de sanciones.
"Las sanciones abarcarían el comportamiento no cooperativo respecto al intercambio de información con las instituciones encargadas de la vigilancia o con las autoridades relacionadas con la persecución de los fugitivos fiscales", señala el documento.
Para ello se solicitó a los grupos de trabajo contra la evasión fiscal de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Foro Financiero de Estabilidad (FFE) presentar sus propuestas a la reunión de marzo de Ministros de Finanzas del G-20, con el fin de abordarlas durante la cumbre de abril en Londres.
Las propuestas se deberán referir a la creación de un sistema de alarma temprana para detectar los desequilibrios peligrosos en la economía y los mercados financieros mundiales.
A ello se agregará el establecimiento de principios para los bonos y pagos que reciben altos ejecutivos en el sistema financiero.
"Hacemos patente nuestro malestar por los actuales sistemas de remuneración y estamos de acuerdo en que las instituciones financieras creen sistemas adecuados de estímulo, transparentes y orientados a los resultados de negocios que logren esos altos ejecutivos.
Merkel subrayó también que los participantes estuvieron de acuerdo en plantar en Londres en abril la creación de una Carta de Economía Sustentable, y como parte de ésta, una Carta de Fundamentos para la Regulación Financiera.
En el documento que emitió el gobierno alemán en su calidad de anfitrión del encuentro de Berlín se destacó asimismo que los programas actuales para la superación de la crisis no deben conducir a distorsiones en la libre competencia.
Se instó a que, para ello, el G-20 elabore medidas para que economías individuales no obtengan ventajas inadecuadas de los paquetes de estímulos económicos.
Se reconoció que la confianza no ha retornado todavía a los mercados y que es necesario continuar haciendo todo lo posible para que prosiga el otorgamiento de créditos de bancos a empresas y a clientes individuales.
Se puso también de relieve la importancia de garantizar una política económica sustentable. "Lo mas pronto posible", los países deberán regresar a una política presupuestaria sustentable ya que las finanzas públicas deben ser sólidas a largo plazo.
Se indicó que para un desarrollo estable en lo económico y lo social se requiere un marco sostenido por los Estados y las organizaciones multilaterales que apueste por la economía de libre mercado, pero que impida excesos y conduzca a un marco global.
En el documento que hoy dio a conocer Alemania sobre los acuerdos en el marco de la reunión de Berlín se apuntó que el éxito de la Ronda de Doha, que se lleva a cabo en el contexto de la Organización Mundial de Comercio, "tiene la mayor prioridad" a fin de alejar a la economía internacional del proteccionismo.
"Los jefes de Estado y de gobierno deben emitir en Londres una poderosa señal en ese sentido" y que todos los países están obligados a resistirse en contra de las tendencias proteccionistas en el contexto de la crisis actual.
Se destacó que la crisis financiera y las consecuencias de la recesión mundial han afectado a los países subdesarrollados, de forma que es de gran importancia que la comunidad internacional aplique las Metas del Milenio. Así lo reiterarán los países europeos del G-20 en Londres.
Otro acuerdo durante la reunión de este día en Berlín fue el reforzamiento de las instituciones multilaterales a las que deberá dotarse de suficientes recursos financieros.
De esa manera contarán con recursos para otorgar créditos suficientes a los países subdesarrollados y emergentes, en especial para los proyectos de infraestructura y contribuir a que sus sectores financieros no caigan en crisis.
Las instituciones que se mencionaron para ello son el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Fondo Financiero de Estabilidad.
El documento de Berlín incluye una invitación a esas instituciones a calendarizar el proceso para reformarse de manera que puedan responder mejor a las condiciones cambiantes de la economía mundial.
Los países europeos miembros del G-20 son Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia.
España pidió ser invitada y la Canciller Federal invitó a su vez a Holanda, Luxemburgo y a la República Checa. Esta última tiene este semestre la presidencia rotatoria de la Unión Europea.
Fuente: El Universal / Notimex