La segunda economía mundial registra su mayor retroceso en 35 años tras caer un 12,7% entre octubre y diciembre.
Japón, la segunda economía mundial, atraviesa su peor crisis desde el fin de la II Guerra Mundial. Ésta es la clara advertencia que ha lanzado hoy el ministro de Economía y Política Fiscal japonés, Kaoru Yosano, tras conocerse que el PIB japonés se ha desplomado un 12,7% en el último trimestre del año frente al mismo periodo de 2007.
El dato, que según la agencia nipona Kyodo es el mayor retroceso de la economía nacional en 35 años desde la crisis del petróleo en 1974, es peor aún de lo que se esperaba, ya que las previsiones auguraban una caída del 11,7%. La culpa la tiene la reducción en un 13,9% de las exportaciones y el fuerte descenso de la demanda externa. Mientras la apreciación del yen ha multiplicado su efecto negativo en el resto de la economía.
Así, aunque Japón no se ha visto implicada en el origen de la crisis financiera internacional, sí está sufriendo el frenazo del consumo en los países desarrollados, su principal mercado. En comparación con el periodo inmediatamente anterior, de julio a septiembre, la caída de la economía japonesa en los últimos meses de 2008 fue del 3,3%, con lo que acumula su tercer trimestre a la baja, algo que no sucedía desde hace siete años.
Técnicamente, una economía entra en recesión cuando su PIB retrocede durante dos trimestres consecutivos. Así, Japón se coloca al frente del club de potencias con graves problemas por delante incluso de EE UU, Reino Unido y la zona euro . Para hacer frente a esta situación, el titular de Economía defendió, además, la aprobación parlamentaria de la segunda ampliación presupuestaria para las cuentas del años fiscal 2008 que termina en abril.
El legislativo prevé añadir nuevos fondos al presupuesto del ejercicio de 2008, para apoyar medidas de ayuda a los consumidores y las empresas antes del comienzo del nuevo año fiscal en mayo. Gracias a estas actuaciones, confía en frenar la sangría y, para 2009, espera unos números rojos más discretos, que hagan perder al PIB anual en torno a un 2%, según el Banco de Japón (BoJ).
Pero eso no es todo, hace un par de semanas, el Gobierno dio a conocer también que el consumo ha caído un 4,6% respecto a diciembre. La amenaza de la deflación que asoló el país en la crisis de los noventa también podría aparecer, el IPC sólo creció dos décimas en diciembre, después de subir un 1% en noviembre. Asimismo, la tasa del paro (desempleo) está por debajo de las medias europeas, un 4,4%, pero las grandes empresas están acometiendo despidos masivos.
Fuente: ElPaís.com / EFE
El dato, que según la agencia nipona Kyodo es el mayor retroceso de la economía nacional en 35 años desde la crisis del petróleo en 1974, es peor aún de lo que se esperaba, ya que las previsiones auguraban una caída del 11,7%. La culpa la tiene la reducción en un 13,9% de las exportaciones y el fuerte descenso de la demanda externa. Mientras la apreciación del yen ha multiplicado su efecto negativo en el resto de la economía.
Así, aunque Japón no se ha visto implicada en el origen de la crisis financiera internacional, sí está sufriendo el frenazo del consumo en los países desarrollados, su principal mercado. En comparación con el periodo inmediatamente anterior, de julio a septiembre, la caída de la economía japonesa en los últimos meses de 2008 fue del 3,3%, con lo que acumula su tercer trimestre a la baja, algo que no sucedía desde hace siete años.
Técnicamente, una economía entra en recesión cuando su PIB retrocede durante dos trimestres consecutivos. Así, Japón se coloca al frente del club de potencias con graves problemas por delante incluso de EE UU, Reino Unido y la zona euro . Para hacer frente a esta situación, el titular de Economía defendió, además, la aprobación parlamentaria de la segunda ampliación presupuestaria para las cuentas del años fiscal 2008 que termina en abril.
El legislativo prevé añadir nuevos fondos al presupuesto del ejercicio de 2008, para apoyar medidas de ayuda a los consumidores y las empresas antes del comienzo del nuevo año fiscal en mayo. Gracias a estas actuaciones, confía en frenar la sangría y, para 2009, espera unos números rojos más discretos, que hagan perder al PIB anual en torno a un 2%, según el Banco de Japón (BoJ).
Pero eso no es todo, hace un par de semanas, el Gobierno dio a conocer también que el consumo ha caído un 4,6% respecto a diciembre. La amenaza de la deflación que asoló el país en la crisis de los noventa también podría aparecer, el IPC sólo creció dos décimas en diciembre, después de subir un 1% en noviembre. Asimismo, la tasa del paro (desempleo) está por debajo de las medias europeas, un 4,4%, pero las grandes empresas están acometiendo despidos masivos.
Fuente: ElPaís.com / EFE
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