Haití aún cuenta los muertos que dejó el devastador terremoto del 12 de enero, mientras Chile encara un colosal plan de reconstrucción para las zonas más afectadas por el "megasismo" del 27 de febrero. Este mes, la tierra tembló en Baja California y en Sumatra, sembrando el pánico. Y ayer fue el turno de una región montañosa del oeste de China, estremecida por un sismo de 7,1 grados en la escala de Richter, que dejó unos 600 muertos.
La serie de fuertes terremotos en lo que va del año no se detiene, pero los expertos en sismología descartan que se trate de un fenómeno fuera de lo común, sino que, por el contrario, es considerado normal. "Ningún año ni época es igual a otra, pero lo que está pasando es algo característico. Cambia la percepción en proporción a los efectos que generan" los terremotos, dijo a LA NACION Mario Araujo, jefe del departamento de investigaciones sismológicas del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), de San Juan.
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), en la última década hubo un promedio anual de 13 terremotos de magnitudes entre 7° y 7,9° en la escala de Richter. El promedio se reduce a 1,3 cada año entre los de 8° o más. Si este año se cumpliera esa media, en lo que resta de 2010 podrían faltar aún ocho terremotos similares o más fuertes que el que asoló Puerto Príncipe (de 7 grados).
"Se trata de un proceso natural de asentamiento, que ocurre habitualmente. Pero se convierte en un desastre cuando pasa en lugares donde vive mucha gente", indicó Seth Stein, científico de la Universidad Northwestern, en Illinois, al referirse a la actividad sísmica reciente en diversas partes del planeta.
Según Araujo, las imágenes de la destrucción en Puerto Príncipe provocaron que los medios de comunicación les dieran una mayor difusión a los terremotos que le siguieron.
El caso de Haití llamó la atención mundial por la cantidad de muertos (más de 230.000) y los millones de damnificados. El de Chile, por la energía que liberó el movimiento telúrico (8,8°), que lo convirtió en un "megasismo", y por el posterior tsunami que golpeó la costa. Y el de ayer en China, por lo que pudo pasar, ante el recuerdo del sismo que en 2008 dejó unas 90.000 víctimas en la provincia de Sichuan, vecina a Qinghai.*
Expertos norteamericanos indican que terremoto de Qinghai difiere de los temblores ocurridos en otras partes del mundo.
El distrito Yushu, en la prefectura autónoma de nacionalidad tibetana de Qinghai, fue estremecido en la mañana del 14 de abril por un terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter. El temblor ha dejado hasta ahora 617 muertos, 313 desaparecidos y 9.110 heridos. La página web de "Ciencia de Vida" (LifeScience) de EEUU informó el 14 que este sismo es diferente de los últimos grandes terremotos sucedidos a escala global en este año. El terremoto de Yushu tuvo lugar en el centro del bloque de la corteza terrestre y no en la juntura entre bloques.
El distrito Yushu de la provincia de Qinghai forma parte de la meseta Qinghai-Tibet. Esta meseta está al lado de la Cordillera de los Himalayas, cuya configuración data de 50 millones de años atrás, cuando se produjo la colisión entre el subcontiente de Asia meridional con el continente eurasiático. Randy Baldwin, geofísico del Centro Nacional de Información Sismológica de EEUU, señala que este terremoto no tuvo lugar en la juntura de dos bloques, sino que, al contrario, se produjo en el seno de la meseta. El terremoto más fatal en la historia, que tuvo lugar en 1556 en la provincia Shaanxi, provocando la muerte de 830.000 personas, también se produjo en el seno de bloques (ver articulo mencionado en LiveScience, haciendo clic aquí).
La meseta Qinghai-Tibet se ha elevado constantemente desde el día del terremoto. La presión ha producido muchas fracturas. Hasta ahora no se qué tipos de fracturas ha generado el terremoto, pero es posible que sean del tipo deslizante, según el experto. El deslizamiento de las fracturas libera energía acumulada. Se trata de una zona activa, dijo.
Señala que después del terremoto, se sucederán varias réplicas, de 4,8 a 5,8 grados de intensidad. Con el paso del tiempo, la frecuencia y la intensidad de las réplicas tenderán a disminuir.**
* Fuente: LaNacion.com/ "Otro eslabón en la trágica cadena de 2010"
Autor: Guillermo Idiart
**Fuente: Pueblo en línea / Xinhua
Fotografía: AP
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